domingo, 12 de agosto de 2012

Viajes a Egipto de Arantza (febrero y junio de 2012)

 Arantza (Bilbao)


Todos los colores del Cairo.

La primera vez que viajé al Cairo conocí un cairo verde. 
Llegué al Cairo en febrero dejando atrás el frio del invierno en Bilbao. Todo bajo control, el hotel, una guía autóctona que habla español, el chofer...todo perfecto.
La verdad, febrero es una buena fecha para viajar, el clima es suave y no hace excesivo calor.
La guía me recogía en el hotel con el chófer por las mañanas y cada día visitamos un sitio, las  piramides, el museo, el barrio copto, Khan el Khalili, La ciudadela..... las fotos estupendas, llegar al sitio en cuestión, la típica charla explicativa,  ver el monumento de turno, visita a la tienda que tocaba ese día, comer y de vuelta al hotel, exhausta y feliz porque allí la luz del sol es diferente, todo es grandioso, todo es mejor y todo es mas excepcional de lo que nunca te imaginabas. Hasta el tráfico denso y caótico te parece mágico y maravilloso. Y así día tras día...
Pasan los días y sin darte cuenta estás cogiendo el vuelo de regreso a casa con todo lo que has descubierto en la retina guardado allí para siempre.

Después tuve la enorme suerte de conocer a Susana y regresar al Cairo a finales de junio. 
El calor era mas sofocante que en febrero, pero la luz, nunca he  visto una luz como la del sol en el Cairo y entonces conocí un Cairo azul.

Los sitios eran los mismos que la vez anterior en la mayoría de los casos pero con Susana realmente he podido conocer otro Cairo y darme cuenta del hermetismo con el que nos tratan a los turistas, nos enseñan lo que creen que queremos ver y nos esconden lo que consideran que no nos va a gustar ver y todo ello sin interactuar con la gente que vive allí. En definitiva no llegamos a conocer El Cairo, sólo lo que aparece en las guías con  lo que......es como si estamos comodamente en nuestro salón viendo un DVD con las mejores imagenes, la mejor cara del Cairo....pero y si esto no todo???Y si quieres ir un poco más allá??

Pasear por las calles de Downtown sin prisas, riendo por lo que nos escondía cada uno de los escaparates, sentarte en una terraza a tomar un té o un café, sin prisas, sin mirar el reloj...
O pasar una mañana maravillosa en la villa faraónica una gran desconocida por la mayoría.
Recorrer las cercanías y ver la ciudad de los muertos, porque este sitio que no aparece en la mayoría de las guías es también parte del Cairo, un Cairo que la mayoría de las veces nos esconden a los turistas, calles mal empedradas, casi desiertas, que no salen en los planos turísticos.
Montañas desde las que se ven las mejores puestas del sol del mundo. 
Gracias a tí también, Hatem, nuestro mejor chofer, que nos abrió las puertas de su casa a pesar de conocernos hace unas horas y gracias a tu esposa que a pesar de estar a punto de dar a luz nos trató como a faraonas, Mabruck por el nacimiento de vuestro hijo. 
Coger el metro o mejor aún coger los pequeños autobuses en los que los conductores gritan el destino en la calle y que parten de cualquier parte en cuanto llenan sus apenas seis plazas.

Inshaallah a finales de agosto allí estaré otra vez, Susana, preparate, estoy deseando saber que color descubriré esta vez.

Vista del Cairo desde la montana del Muqatam


 Si al igual que Arantza, quieres compartir con nosotros tu experiencia en Egipto, contactanos en:

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