domingo, 9 de octubre de 2011

Viaje a Egipto de Paqui (mayo de 2004)

PAQUI. 32 años.
Murcia. (Epana) 


EGIPTO 2004:

El sueño de mi vida se iba a cumplir, pisar tierra Egipcia, pisar esas grandes construcciones, esa tierra donde millones de años atrás una civilización grandiosa había conseguido con los astros y las estrellas todo aquello que nosotros hacemos ahora con trigonometría y muchas formulas.
El 10 de Mayo de 2004, aterricé en el aeropuerto de luxor, un aeropuerto que no tenía nada que ver con el concepto que tenemos de aeropuerto. era una carpa por la que había cintas transportadoras, era increíble, como han podido perder tanta sabiduría, aquello era otro mundo, distinto del mundo en que vivimos.

Ya estaba cumpliendo mi sueño, estar allí, rodeada de aquella gente con unos antepasados, y un árbol genealógico, que me fascinaba.
Mientras nos trasladaban a la motora en la que pasaríamos los próximos días, miraba por las ventanas del autobús, y era algo sorprendente, era diferente a todo lo que conocemos de nuestra querida España y nuestra Europa.
Aquí en España los burros son animales casi extinguidos, animales que apenas vemos, sino vamos a un zoo, y allí es el transporte más común, allí todos tienen un burro, allí los agricultores, trabajan con un burro, como se trabajaba en España por el año 1900.
Esa cultura, esa forma de trabajar, esas gentes, esa mezcla de utensilios, esos coches, ese olor...

Egipto está lleno de sorpresas, es como ver un documental de esos de televisión.
Mezclar, arquitectura, grandes construcciones, una gran civilización, con pobreza, olores, gente amable y un gran rio que sin duda es lo que alimenta al país junto al turismo.

Mientras visitaba, el valle de los reyes, con las tumbas más importantes de Egipto, con los grandes faraones, mientras soñaba en aquellas tumbas con pinturas impresionantes que han aguantado el paso de los años, mientras iba creciendo mi emoción y daba gracias no se a quien por haber cumplido mi sueño, por estar en ese país, mientras todo eso ocurría, la gente trabajaba en el campo, e intentaba sacar un sueldo para poder mantener a su familia, y en el Valle de los Reyes te piden una monedita a cambio de una foto o a cambio de dejarte una linterna para que veas mejor las pinturas.

Egipto tiene muchos encantos, los propios de un país africano y los propios de un país con tanta historia, mi visita a ese país no dejo de darme sorpresas.
Los templos, sobre todo el de Karnak, muy alucinante, con unas columnas inmensamente grandes, unos templos que siguen allí a pesar de los años, a pesar del calor, a pesar del desierto, y cada metro que recorría del país era más alucinante, y su impresionante rio, un crucero por el Nilo, es como estar en el paraíso, sus oasis, su impresionante color azul, su entorno, desierto, palmeras, naturaleza,... muchos contrastes. 

Si todo eso es impresionante, la gente lo es más aun, muy hospitalarios, y hacen que tu estancia en el país sea muy amena, sobre todo durante el crucero, te diviertes con sus fiestas, con su danza típica, con su gastronomía, su música y un montón de cosas infinitas que sin duda hacen que sea inolvidable.
Tras visitar los templos que están alrededor del Nilo, como el de luxor(con sus dos impresionantes esfinges de Ramsés II), templo de karnak(entrada precedida por una avenida de esfinges con cabeza de carnero), templo de kom-ombo (con su culto al dios Sobek) el templo de edfu (uno de los mejores conservados) y moderno, visitas a la isla elefantina donde se aloja el templo al dios Jnum, y visita al templo de philae, alojado en una isla al sur de Asúan, la visita a una familia Nubia, que se encuentra en un poblado nubio en el desierto a orillas del Nilo. 

Nos disponemos a volar a El Cairo, la capital, sin duda uno de los lugares que te dejan marcado para siempre, por su caos organizado, entre coches, calesas, burros, peatones, pitos y ninguna señalización de tráfico, ni semáforos, simplemente los pitos, y el atreverte a cruzar la calzada mientras vas rezando todo aquello que te sabes.
Allí en ese lugar, se encuentran las pirámides de Giza y la gran esfinge, lugar donde te quedas sin aliento, sin sentido, sin palabras y se te erizan todos los pelos del cuerpo, un lugar mágico, impresionante, sorprendente, algo imposible de explicar, algo que hay que estar delante para poder saber la sensación que recorre tu cuerpo y tu mente.

El Cairo no solo tiene las pirámides, tiene esos inmensos bazares, el más famoso es el Khan el Khalili, un lugar donde puedes comprar de todo, y lleno de bares donde los hombres suelen fumar shishas (cachimba en otro países árabes), allí se mezclan los olores, con la gente, con los suvenires y por supuesto y muy importante el regateo con los vendedores que sin duda te hace pasar un rato divertido.

La visita a sus mezquitas, y a la ciudad ebrea es sin duda una diferencia de cultura.

Egipto es aquello y mucho más de lo que puedes llegar a imaginar, a los amantes de Egipto nos crea adicción y nos vuelve lunáticos, y aquellos que no lo son, y lo ven como un destino más, vuelven con algo nuevo dentro su corazón, EL AMOR POR EGIPTO.


Visitar Egipto, no solo es visitar una antigua civilización y unas construcciones impresionantes, es visitar otro mundo, otra cultura, otra gente, otra forma de vivir, y un país sorprendente.

Si al igual que Paqui, quieres compartir con nosotros tu experiencia en Egipto, contactanos en:
entreegiptoyjerez@hotmail.com 

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